Para sentir aquello que sentimos esos días... el rozar tu mano inquieta que temblaba con la mía y el volver a aquellos besos que a tu cuerpo estremecían... y el llegar a tus rincones sin saber por donde iba... ¡Eso no podrá volver...aunque al cielo se lo pida!
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Alexandre Pires,
Románticas,
Tristeza
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